¿Cómo está creciendo el transporte de carga por carretera en México? y ¿Qué viene para los próximos años?
El transporte de carga por carretera es el eje principal de la logística en México. Con más del 80 % del volumen movilizado a nivel nacional y una participación mayor al 70 % del valor total del mercado logístico, esta industria está creciendo con fuerza, impulsada por el nearshoring, el auge del comercio electrónico y las inversiones en infraestructura vial.
Entre 2024 y 2028, se proyecta que el valor de este segmento aumente de 98.4 mil millones a 146.8 mil millones de dólares, como resultado de la relocalización de fábricas extranjeras, la digitalización operativa y la demanda de entregas más rápidas y flexibles. Además, subsegmentos como el transporte LTL y la logística de terceros se están desarrollando con rapidez, adaptándose a cadenas de suministro más fragmentadas, regionalizadas y enfocadas en eficiencia.
Aun con este panorama prometedor, la industria enfrenta retos estructurales que frenan su pleno potencial. La fragmentación del sector, donde más del 80 % de las empresas operan con flotas de menos de cinco unidades, limita la capacidad de modernización. A esto se suma la escasez de operadores capacitados, los altos niveles de inseguridad en ciertas rutas del país y una presión constante sobre los márgenes de ganancia, provocada por el alza en precios de combustible, refacciones y regulaciones estatales.
Sin embargo, México sigue avanzando con fuerza. Con una de las redes de tratados comerciales más sólidas del mundo y nuevos desarrollos como el T-MEC Park, el Corredor Interoceánico y múltiples polos logísticos regionales, el país está redefiniendo su rol como puerta estratégica de entrada y salida comercial para América del Norte. El crecimiento del e-commerce, la reconversión industrial y la descentralización de centros de distribución son señales claras de que el futuro logístico se construye sobre ruedas.
El país se perfila como un hub logístico regional en expansión. Las empresas que profesionalicen sus operaciones, integren soluciones tecnológicas y entiendan las nuevas exigencias del comercio y el consumo estarán mejor preparadas para aprovechar este momento histórico de transformación.
